Para cada organización debe existir su propio código de conducta empresarial. El comportamiento es uno de los elementos que necesitan más consideración y regulación para garantizar el alcance de objetivos.
Al tener definidos cuáles son los valores y principios del negocio resulta más sencillo determinar la clase de actividades que serán necesarias y requeridas. Cuando se formula este tipo de herramienta se describen las conductas deseadas y esperadas por todos los integrantes de la empresa.
Por otro lado, también dictamina la metodología correcta para realizar cada procedimiento. En cada departamento de entidad. La minimización de riesgos es otra de las funciones de un código de conducta óptimo.
¿Qué es un código de conducta empresarial?
Un código de conducta empresarial se reconoce como aquel escrito consecuente de los principios y valores éticos que caracterizan al negocio. Por lo tanto, se puede precisar también como un documento formal creado para beneficiar a la organización.
Los documentos de esta naturaleza se crean respetando los estándares éticos que la empresa adoptó como suyos. Basados en dicha premisa se establecen las conductas en el ámbito laboral, operacional e incluso su impacto social. A su vez, plasma cuáles serán las posturas deseadas o rechazadas por los integrantes de la organización; además de su respectivo sistema de recompensa o amonestación de dichas actitudes.
¿Por qué es importante tener un código de conducta empresarial?
Uno de los aspectos más importantes de contar con un código de conducta empresarial es que se puede implementar en cualquier entidad. No es algo solo para las grandes organizaciones, las pequeñas y medianas también pueden beneficiarse de este recurso.
Un código de conducta sirve para reforzar las leyes gubernamentales ya existentes. Por ejemplo, la legislación laboral se fortalece por estos tipos de códigos que guían los comportamientos hacia el respeto de los individuos. Los códigos de ética pasan a complementar esos escenarios donde los instrumentos legales no tienen competencia, la complejidad de las relaciones humanas.
El código de conducta empresarial es capaz de lograr la igualdad de condiciones y beneficios para todos aquellos protagonistas de la organización que acaten sus criterios. La directiva del negocio predica sus metodologías a través del ejemplo y fomenta sentido de pertenencia y responsabilidad.
Pasos para constituir un código de conducta
Resulta una gran oportunidad para la entidad que desee crear desde cero su propio código de conducta empresarial. Permite diseñar y moldear este recurso hacia el logro de objetivos. Es por ello que se expone los pasos para su elaboración:
Crear un comité, definir sus atribuciones y estrategias
La constitución de un grupo enfocado hacia la creación de su propia normativa necesita contar en su arsenal a personal capacitado. Contar con delegados de la alta gerencia, especialistas en el área de gestión del talento humano, jurídica, financiera y administrativa. Dicho comité tendrá bajo sus responsabilidades la agenda de las actividades de desarrollo, revisión y consulta del documento que contendrá la normativa.
Esta etapa definirá las atribuciones de cada puesto del negocio y las estrategias necesarias para la comunicación oportuna de sus avances. Esto requiere una continua consulta y petición de sugerencias para moldear de la mejor manera el código de conducta empresarial.
Este momento inicial del código también requiere las siguientes consideraciones:
- La cantidad de integrantes del comité deberá ser un número impar así se evitarán llegar a empates en las discusiones.
- Los miembros del comité podrán ser cambiados, para garantizar la transparencia del proceso.
- Las comunicaciones y consultas podrán realizarse a través de notas de interés, encuestas o recepción de correos electrónicos.
Concebir un borrador del código, establecer su contenido y evaluar sus avances
Para este paso puede ser útil un código de conducta empresarial de otra naturaleza para que sirva de guía organizativa. Todas las normativas basadas en principios tienen como objetivo principal establecer lineamientos de conducta. Para las relaciones de los protagonistas de la entidad.
Su estructura básica está constituida por la misión, visión y valores institucionales, es decir, la perspectiva ética del negocio hacia la sociedad. Se establecerán todos los estándares conductuales de los trabajadores y su relación con socios, clientes o a su misma competencia.
Sus avances y adiciones deben ser revisadas y evaluadas de manera continua, para que el código sea flexible y acorde con la realidad.
Publicación, actualización y presentación a los nuevos integrantes
Al tener ya constituidos los elementos del código de ética empresarial este debe ser de dominio colectivo. Todos sus niveles deben tener acceso a él y a familiarizarse con este nuevo formato de comportamiento.
Para ello es necesario cerciorarse que la redacción del documento se haya concretado de forma clara, concisa y objetiva. Una normativa entendible es importante para la comprensión de todos sus interesados.
Ahora bien, al ser divulgado el código es prudente realizar asambleas, consultas e incluso capacitaciones del personal hacia esta nueva transición. De esta manera se puedan aclarar dudas, malentendidos y por último llegar a un acuerdo verbal escrito de su ejecución.
Cuando la entidad reclute nuevo personal deberán conocer el código de conducta empresarial, ya que formará parte de sus actividades diarias.
Lograr una proyección ideal del código de conducta empresarial dará como resultado una buena imagen. Influyendo favorablemente en la reputación del negocio. Consolidando la cultura organizacional deseada y un ambiente laboral agradable y armonioso.
Si quieres ser un experto en el diseño, formulación y ejecución de un código de conducta empresarial te recomendamos que te inscribas en una Maestría de Corporate Compliance, para que puedas crear una normativa ética y con impacto social.