Tener ética corporativa significa cultivar principios en los individuos, tener valores que siempre ofrecerán un valor agregado a cada elemento de la sociedad. En la actualidad la moral y la ética son valores escasos pero muy apreciados. Diferentes campos de estudio se han enfocado en inculcar modelos de gestión que alimenten sentido de pertenencia y acción social.
Son muchos los factores que radican en cómo debería ser un gerente, sin embargo, la ética corporativa es un requisito fundamental. Las destrezas de un gerente que domine este arte resultan infinitas. Además de impactar favorablemente el ambiente en el que se desarrolle.
Ética corporativa, definición
La ética corporativa se puede interpretar de muchas maneras, como una ciencia, un estudio, una disciplina, incluso como una habilidad. Sin embargo, todas sus interpretaciones conllevan a lo mismo, a las habilidades de un individuo u organización para enfrentar conflictos y situaciones controversiales.
Esto significa que la organización que le infunda obedece las leyes gubernamentales, es objetivo con sus empleados y contribuye a la sociedad. Los gerentes o administradores que realicen sus operaciones mediante esta metodología. Siempre evalúan si sus acciones son buenas o malas.
Bases fundamentales de la ética corporativa
La estructura organizacional bajo esta técnica deberá instalarse desde el inicio de sus operaciones y perdurar en la vida de la empresa. Su estudio como ciencia implica una amplia base de técnicas, sin embargo todas ellas tienen en común unas bases fundamentales.
Dichos principios garantizan la optimización de los procesos y el camino al éxito. Estas son las leyes básicas de la ética corporativa, se pueden nombrar:
Honestidad y Equidad
Un proceso honesto infunde confiabilidad, la transparencia en cada paso impacta positivamente a todos los protagonistas de la organización. Los gerentes toman decisiones fiables, los clientes y socios creen en sus procesos y en sus informes. Y los empleados son motivados por aquellas organizaciones que son íntegras en sus actividades.
El trato en igualdad y en justicia también es una base fundamental en la ética corporativa. Cada individuo es igual de valioso y merece un trato justo, fomentando un ambiente armonioso y sin injusticia, por lo tanto, mayor efectividad y eficiencia.
Respeto
Aceptar, reconocer y cumplir son aptitudes que se desarrollan mediante el respeto a los clientes, socios o empleados de la organización. Cuando un individuo recibe respeto desarrolla compromiso en cada proceso, pudiéndose enfocar en resultados positivos y mejores situaciones.
El compromiso hacia quienes tratan con respeto se traduce en perdurabilidad y productividad, de eso se trata la ética corporativa.
Cuidado y Atención
Demostrar interés incentiva a los trabajadores a comprometerse hacia los objetivos del negocio. Sentirse cuidados, atendidos y escuchados es una gran virtud para aquellas organizaciones que aplican la ética corporativa.
No solo se puede aplicar a sus trabajadores, sino también a socios, accionistas e incluso clientes. Posiciona competitivamente a la organización, incentiva la cooperación y a crear sistemas de apoyo colectivo.
Importancia de la ética corporativa
Muchos son los beneficios que ofrece la ética corporativa, puesto que le da cualidades específicas a las organizaciones que la ejecuten. Se puede hacer mención a algunos fundamentos que le dan importancia a este tipo de estudio:
- Le da una guía a la organización de sus deberes legales. Al mantenerse según lo estipulado en las leyes evita que ningún trabajador, socio o cliente incurra en la ilegalidad.
- Ofrece un escenario de confianza, logrando así que sus clientes lo consideren por encima de su mercado competitivo.
- Sus valores organizaciones pueden ser usados como lema o eslogan para diseñar estrategias de mercado. Puede usarse la ética corporativa de una manera astuta e inteligente
- Puede promover movimientos hacia el alcance de beneficios sociales.
- Atrae talento humano de una manera más sencilla y con las mejores capacidades. Puesto que fomentan que el cuidado y la honestidad son sus bases fundamentales, atrayendo profesionales más fácilmente.
Ética corporativa y responsabilidad social, ¿es la misma cosa?
La respuesta es no, aunque tengan valores similares, la ética corporativa persigue impactar e involucrar mediante sus prácticas a todos los involucrados. Aquellos forman parte y son partícipes de las tareas normales de la organización. Sus obligaciones no solo persiguen fines empresariales, sino sociales, o beneficiosos para empleados, socios o la misma competencia.
Aquí la diferencia con la responsabilidad social, debido a que esta solo pretende satisfacer una necesidad o deuda que se haya estimado que necesitan subsanar con la sociedad. Siendo la ética corporativa con fines más complejos e integrados.
Concebir una correcta aplicación de la ética empresarial también es sinónimo de una buena imagen del negocio. Una buena percepción atrae más clientes, mejores empleados y da altos estándares en la organización.
Se pueden disminuir o eliminar la deslealtad y la corrupción de los procesos. La información y los datos que manejan dichas organizaciones es llevada a cabo responsablemente. Los recursos financieros son percibidos, administrados e invertidos son usados correctamente.
El desarrollo de sus actividades está relacionado con procesos razonables y cónsonos con la realidad. Se fomenta el manejo de actividades libre administración de recursos pero con moderación hacia la ética.
Es por esto que la ética corporativa resulta una gran herramienta para lograr una gerencia diferente desde un ámbito correcto y profesional. Las organizaciones que se adentran en esta ciencia son exitosas e incluso cuentan con una buena imagen social y corporativa.
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